El pasado 30 de mayo, y por segundo año consecutivo, celebramos en nuestra comunidad educativa el Día del “Yayo”, en el que pudimos disfrutar de una jornada de convivencia con la presencia de nuestros “Yayos” con sus nietos en el espacio cotidiano de nuestros más pequeños, sus aulas, patios y espacios entrañables.
Sin duda, una experiencia que nos gratifica, pues con su presencia reconocemos el inmenso valor de los mismos en nuestras familias, y a la vez los hacemos partícipes del devenir colegial de sus seres más queridos, sus nietos, motivación, esperanza e ilusión en su caminar diario.
Experiencias así nos engrandecen como comunidad educativa, y a la vez, nos engrandecen en nuestra incansable labor formativa, pues estos recuerdos entrañables, sin duda, acrecientan nuestro sueño de conseguir una formación más humana, más cercana y más fraterna.